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miércoles, 30 de marzo de 2016







“La misericordia es la que cambia el corazón y la
vida, la que puede regenerar a una persona y permitir
que se reintegre de forma nueva en la sociedad''. 
PapaFrancisco.

La Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), ante los
sucesos ocurridos en el centro penitenciario conocido como David Viloria, ubicado en el
sector Uribana del Estado Lara, el miércoles 26 de Noviembre del 2014 en el que
perdieron la vida por ahora treinta y tres (33) privados de libertad y donde hay más de 145
afectados, quiere manifestar una vez más sus sentimientos, preocupaciones y exigencia.

Sentimientos:

Nos duele: La muerte de seres humanos Venezolanos recluidos en instituciones
resguardadas por el Estado, y la de tantos otros que dentro y fuera de los centros penales
son víctimas de la espiral de violencia. Nos unimos al dolor de las familias de los que han
muerto, las acompañamos con nuestra oración a Dios Padre compasivo que quiere que
todos sus Hijos tengan Vida y Vida en abundancia (cf Jn 10,10).

Sentimos verdadera preocupación:

Que los recintos penitenciarios, lejos de ser centros formativos de reinserción social, son
más bien lugares de hacinamiento, violencia, castigo y represión que deteriora aún más a la
persona privada de libertad.

Exhortamos

- Al Estado: para que inicie inmediatamente una investigación completa que clarifique las
circunstancias que rodearon las muertes e intoxicaciones de la población Privada de
libertad. Se informe rápida y verazmente a los familiares y al país de la situación, con
miras a que la familia calme la tensión que han vivido las últimas 72 horas producto del
desconocimiento del paradero de sus familiares.

- Al Poder Judicial: la aplicación de la justicia para agilizar la mora judicial, eliminar la
impunidad y los malos tratos en los recintos penitenciarios.

-Al Ministerio del Poder Popular para el Servicio Penitenciario de Venezuela: que se
comprometa de manera más decidida a solucionar la grave crisis penitenciaria existente y
se tomen todas las medidas necesarias para la no repetición de estos hechos y para la
garantía efectiva de todos los derechos humanos de las personas privadas de libertad bajo
custodia del Estado venezolano.

- A todas las Iglesias y en especial a la Iglesia Católica: les pedimos su oración por los afectados en los recientes sucesos de Uribana, así como por todos los que padecen la violencia carcelaria en la rutina de cada día. Igualmente hacer una reflexión comunitaria sobre el valor de la Vida y la responsabilidad del Estado en reconocerla y cuidarla.

Reiteramos la petición de:

Permitir el trabajo de la Pastoral Penitenciaria para que puedan promover una pastoral de prevención y acogida al interno de los centros penales, así como en el entorno familiar.
La ratificación del Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura de las Naciones Unidas. Este tratado internacional establece la creación de un mecanismo nacional de prevención, que pueda realizar visitas de supervisión a los centros de detención del país y recomendar medidas para mejorar las condiciones y el respeto a los derechos humanos en el sistema carcelario.

En Caracas, a los 28 días del mes de Noviembre 2014

+ Mons. Roberto Luckert León
Presidente de la
Comisión de Justicia y Paz de la CEV

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